En 2008 el precio de la electricidad para uso industrial era el noveno más caro de la Unión Europea, mientras que en 2009 ha pasado a ser el cuarto más caro.

Esta noticia apenas ha ocupado tiempo en los medios de comunicación , pero es mucho más importante que muchas otras noticias que tienen una difusióm mucho mayor, como los cierres de fábricas por la deslocalización.

Lógicamente a las personas afectadas por estos cierres, y a muchas otras, les parecerá que es más importante el cierre de una fábrica por el drama humano que supone. Pero la una es consecuencia de la otra.

Para evitar la deslocalización no hay que protestar contra las empresas, sino solucionar los verdaderos problemas que tienen como consecuencia la temida deslocalización.

Tener la electricidad cara provoca que muchas empresas se vayan a otros países que la tengan más barata. La energía es un coste importantísimo para muchas industrias. Realmente es importante para todas, pero para algunas es absolutamente crucial.

Los países pueden bajar el coste de su electricidad, y si no lo hacen están empujando a muchas empresas a abandonar el país.

Centrarse en la consecuencia (la deslocalización) y no en los verdaderos problemas (coste de la energía, altos impuestos, burocracia, etc.) no sólo no soluciona el problema sino que lo agrava. Cuanto más se hable de fábricas cerradas y menos de por qué se cierran esas fábricas realmente más fábricas se cerrarán en el futuro.

Para arreglar una cosa primero hay que saber qué es lo que no funciona.

Al final de cada año siempre se hacen propósitos para el siguiente, y lo habitual es olvidarlos a principios de Enero.

Hay que procurar que esto no suceda, ya que unos propósitos bien establecidos son una buena guía que ayuda a mejorar más rápidamente.

Para que los propósitos sean útiles deben ser alcanzables, pero a la vez también deben ser lo suficientemente difíciles para que sean útiles y supongan una mejora significativa en la vida de la persona que los establece.

Si alguien se propone ahorrar 10 euros todos los meses muy probablemente lo conseguirá, pero el impacto que eso va a tener en su vida va a ser muy pequeño. Y si se propone obtener un 200% de rentabilidad a sus inversiones muy posiblemente enseguida lo verá como algo imposible y perderá el interés.

También es muy importante que la consecución de los propósitos dependa de nosotros;

• Cuánto ahorrar cada mes
• Hacer un estudio de los gastos para eliminar y/o reducir aquellos que no se ajusten a los objetivos vitales
• Vaciar el trastero y vender todo aquello que ya no se use y sea vendible para invertir la liquidez obtenida
• Leer X libros
• Reorganizar el patrimonio y variar los porcentajes actuales de renta fija, renta variable e inmuebles para conseguir una distribución más eficiente y que se ajuste mejor a los objetivos que se quieren conseguir
• Etc.

La evolución de la Bolsa no depende de nosotros, así que no tendría sentido tener como propósito que nuestras acciones estén un X% más altas dentro de 1 año.

Los propósitos que establezca cada uno deben ser aquellas cosas que pueda hacer a lo largo del próximo año y que más rápidamente le acerquen a la vida que quiera vivir dentro de 20-30 años.

Dicen que a algunas personas les ayuda mucho escribir sus objetivos porque eso les hace no olvidarlos y ayuda a mantener su seguimiento. Si quiere puede abrir un hilo en el Foro de finanzas personales e independencia financiera escribiendo sus objetivos para 2010 e ir actualizándolo a medida que vaya dando pasos que le acerquen a la consecución de sus objetivos para 2010.

Quizá sea una buena forma de que en 2010 sí cumpla sus propósitos.

Hace pocos días hemos vuelto a ver las imágenes de todos los años tras el Sorteo de Navidad. Grupos de personas celebrando su suerte por todos los rincones de España.

Dicen, aunque no sé cómo se han realizado estos estudios ni si son fiables, que algo así como más del 90% de las personas que son agraciadas con un premio importante de lotería al cabo de unos años tiene menos dinero y más deudas que antes de tocarles el premio.

Lo que sí es cierto es que todo aquél que es preguntado acerca de qué va a hacer con el premio contesta que gastarlo. De una forma o de otra, pero gastarlo. En viajes, en coches, en tener la mejor boda del barrio, en ... lo que sea. Pero gastarlo.

No recuerdo a nadie que al ser preguntado por los medios de comunicación dijera que lo iba a invertir. Si esta muestra es representativa de lo que hacen los agraciados con estos premios (cosa que desconozco) entonces es muy probable que los estudios acerca de la situación en la que se ven al cabo de unos años sí sean fiables.

La sensación que transmiten estos testimonios, año tras año, es que estas personas utilizan ese dinero para vivir con un ritmo de gasto artificialmente alto (porque no lo pueden mantener durante toda su vida “quemando” el dinero que les ha tocado), y cuando se acaba el dinero no bajan el gasto hasta que ya es demasiado tarde y tienen menos dinero, más gastos adquiridos y más deudas que antes de conseguir el premio.

En mi opinión lo que deberían hacer es justamente lo contrario; No gastar ni un sólo céntimo e invertir el 100% del premio. Esa es la única forma de que dentro de unos años sean ricos de verdad y puedan elevar su nivel de gasto de verdad. Es decir, mucho más de lo que lo elevan a corto plazo “fundiendo el premio” y además de una forma sostenible, transmitiendo un patrimonio importante a sus hijos.

La mayoría de la gente no tiene visión de largo plazo al tomar decisiones, y la búsqueda de satisfaciones de corto plazo les priva de conseguir objetivos que ni siquiera sueñan pero que están mucho más cerca de lo que se imaginan.

 Cuando Ferrovial compró la gestora de aeropuertos británica BAA la Comisión de la Competencia británica le obligó a vender 3 de sus 7 aeropuertos británicos en un plazo determinado.

Fue, aparentemente, una decisión tomada por los políticos con el único objetivo de proteger a los ciudadanos.

Como consecuencia de esta obligación Ferrovial puso en venta el aeropuerto de Gatwick a un precio de 2.200 millones de euros. Debido a la crisis actual y a la obligación de venderlo antes de una fecha determinada finalmente tuvo que venderlo por algo más de 1.650 millones de euros. Si no hubiera sido porque los políticos le obligaron a venderlo para proteger a los ciudadanos Ferrovial no habría vendido Gatwick a ese precio.

Pero recientemente un tribunal británico ha dejado en suspenso la venta de los 2 aeropuertos restantes y ha iniciado un proceso para estudiar más a fondo esta obligación impuesta a Ferrovial porque uno de los integrantes del comité que obligó a Ferrovial a vender 3 aeropuertos antes de una fecha determinada tiene intereses directos en una de las empresas que estaban interesadas en comprar Gatwick.

Este político corrupto debería ser despojado de todo su patrimonio para ser entregado a Ferrovial como compensación parcial de los perjuicios causados y hacer frente a sus responsabilidades penales.

La corrupción de los políticos es el mayor problema de la economía, a lo largo y ancho del mundo.