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Esta estrategia es una variante de la de Comprar un índice amplio a intervalos regulares de tiempo. La diferencia es que en lugar de hacerse con fondos de inversión o ETF se hace comprando acciones directamente. En lo referente a razones para elegir esta estrategia, plazo de la misma, forma de salir, etc. es válido lo dicho en la estrategia de Comprar un índice amplio a intervalos regulares de tiempo.
Para replicar un índice perfectamente habría que comprar todas las acciones que componen dicho índice, lo cual no es factible para una cartera mediana o pequeña por el coste en comisiones.
Es posible llegar a una solución de compromiso. En lugar de comprar todas las acciones del índice se pueden comprar las 10 ó 15 más grandes. Esto tiene un coste elevado para carteras pequeñas pero asumible para carteras medianas. La frontera a partir de la cual merece la pena o no utilizar esta estragia frente a los ETF por el coste en comisiones depende del broker que se utilice y las comisiones que cobre en ese momento, que van variando a lo largo del tiempo. Es algo que debe analizar cada inversor por sí mismo.
El problema de las comisiones se debe a que estamos sustituyendo la compra de un ETF o un fondo de inversión por la compra simultánea de esas 10-15 empresas cada vez que se realice una compra. Por supuesto, es posible comprar esas mismas 10-15 empresas de forma escalonada en lugar de todas de golpe, pero en ese caso estamos hablando de otras estrategias, no de la aquí presentada.
Las 10-15 empresas más grandes del Ibex 35 tienen en conjunto un comportamiento muy similar al del Ibex 35, ya que suponen la mayor parte de dicho índice. En otros índices como el CAC 40 de París o el DAX Xetra de Francfort sucede más o menos lo mismo. Cuanto mayor sea el número de empresas que compongan el índice más difícil es utilizar esta táctica porque el número de empresas necesarias para replicarlo de forma aproximada aumenta. Por ejemplo, el SP 500 lo componen 500 empresas y las 10-15 más grandes tienen un peso conjunto muy pequeño en comparación con el caso del Ibex 35, por lo que esta estrategia no es válida para el SP 500.
Las ventajas de utilizar esta estrategia respecto a comprar todo el índice mediante un ETF o fondo de inversión son:
- Las comisiones que se pagan (compra, mantenimiento, otros costes de los fondos y ETF's, etc.) son inferiores, siempre a partir de cierto umbral como se ha comentado anteriormente ya que para carteras pequeñas el coste en comisiones de esta estrategia puede ser muy elevado y motivo suficiente para descartarla.
- Los dividendos que se cobran son mayores que en un ETF al eliminar al intermediario (el ETF) y sus gastos asociados. Los fondos de inversión no suelen repartir dividendos.
La diferencia en rentabilidad a largo plazo de estos factores (menos comisiones y más dividendos) tienen un efecto significativo en la rentabilidad.
En el caso concreto del Ibex 35, y posiblemente de otros índices, hay que añadir un factor muy importante; las mayores empresas suelen ser las que tienen una rentabilidad por dividendo más alta, más estable y con mayor crecimiento a largo plazo. Este factor también es decisivo para la rentabilidad final.
En caso de que se reinviertan los dividendos en la compra de más acciones la rentabilidad final a largo plazo será mucho mayor que si no se reinvierten.
La desventaja de esta estategia es la ya citada de las comisiones. En caso de que el tamaño de la cartera permita la utilización de esta estrategia creo que es más interesante que la compra de ETF o fondos de inversión por su mayor rentabilidad por dividendo, que muy probablemente se reflejará también en una mayor revalorización del capital.
La seguridad de la estrategia es prácticamente la misma que la compra del índice entero en casos como el del Ibex 35 por la razón ya citada de que estas 10-15 empresas más grandes representan casi todo el índice. Si alguna de ellas tuviese un comportamiento muy malo afectaría prácticamente lo mismo a un inversor que compre un ETF o un fondo de inversión que a los que utilicen esta estrategia.
En algunos casos es posible realizar esta estrategia espaciando algo más las compras. Por ejemplo, en algunos casos no sería posible comprar esta cesta de acciones todos los meses pero sí cada 3 ó 4 meses.
Lo habitual es comprar la misma cantidad de cada empresa. Por ejemplo, si cada vez se compran 10.000 euros y la cesta la componen 10 empresas se compran 1.000 euros de cada empresa. Esto hace que el comportamiento de la cesta difiera en mayor o menor medida del índice porque estamos dando el mismo peso a todas las empresas cuando en el índice cada una tiene un peso diferente. La diferencia respecto al índice por este motivo puede ser positiva o negativa, según el momento. Aún en los momentos en que la diferencia sea negativa la estrategia me sigue pareciendo correcta a largo plazo. Para acercar la rentabilidad de la cesta al índice se podrían comprar cantidades distintas de cada empresa, por ejemplo 1.500 euros de las 5 más grandes y 500 euros de las 5 más pequeñas que en total seguirían sumando los 10.000 euros del ejemplo, o cualquier otra combinación que establezca el inversor.
Históricamente las 10-15 empresas más grandes del Ibex 35 han tenido mejor comportamiento que el índice entero a muy largo plazo, tanto en rentabilidad del capital como en rentabilidad por dividendo, incluso dando el mismo peso a todas ellas.