Image

Consigue tu Independencia Financiera para transformar tu vida y jubilarte como te mereces, y cuando tú decidas.

"Soy uno de los autores más vendidos en Amazon España desde 2013"
Image

Fondos de inversión y planes de pensiones

Cuándo interesa contratar un depósito estructurado

En este artículo puede ver un ejemplo de depósito estructurado. Hay una gran variedad de ellos con condiciones muy distintas, dependiendo de la estrategia de derivados que construya el banco que ofrece el depósito. Algunas cosas importantes a tener en cuenta son:
Estos depósitos no suelen construirse con opciones cotizadas en el mercado organizado (Meff en el caso de España), sino en el mercado “over the counter”. Eso quiere decir que todas las condiciones de la opción son negociadas entre el banco que crea el depósito y el banco que le da la contrapartida a la estructura de derivados que monta. Por eso muchas veces el inversor no reconocerá la estrategia implementada, ya que no es ninguna de las que aparecen en libros y manulaes sobre opciones, sino una estrategia única diseñada para ese caso concreto y que no puede ser reproducida en el mercado organizado y abierto al público.
El banco que crea el depósito estructurado no corre ningún riesgo. Su posición está totalmente cubierta por la estrategia de derivados que desarrolla. Su beneficio es la comisión que cobra por realizar el trabajo y que suele estar ya incluída en las rentabilidades que publicita.
Preste atención a la rentabilidad anualizada. Algunos de estos depósitos tienen una duración de varios años. La rentabilidad máxima puede parecer atractiva en un primer momento (20%, 30%, etc) pero si esa rentabilidad total se transforma en su rentabilidad anual correspondiente puede que ya no sea tan atractiva.
Los depósitos estructurados, en general, son alternativa a la inversión en renta fija o a la inversión directa a través de estrategias de derivados. Depende de las condiciones que ofrezca cada depósito concreto:
  • Renta fija: Los depósitos que garantizan el 100% del capital en cualquier caso suelen ser alternativa a la renta fija. Generalmente cuando se garantiza el 100% del capital la rentabilidad máxima que se puede obtener en el mejor de los casos no es muy elevada, algo superior a la de la renta fija pero no mucho. En el peor de los casos se conserva el 100% del capital, pero eso quiere decir que se ha perdido la inflación. La inversión en estos depósitos debe ser una alternativa a invertir en Bonos del Tesoro, fondos de inversión en renta fija, cuentas remuneradas, etc. No es posible obtener rentabilidades similares a las que ofrece la renta variable sin correr ningún riesgo. Es decir, a cambio de correr un pequeño riesgo se puede ganar un poco más o un poco menos de lo que se ganaría si inviertiese directamente en renta fija. Cada uno debe evaluar si le merece la pena o no.

  • Estrategias con derivados: Aquí entrarían depósitos como los del ejemplo del artículo citado al principio. Si la acción (o índice bursátil, o conjunto de acciones, etc.) sube el funcionamiento será como el de un depósito con una remuneración bastante elevada; se entrega dinero y se recibe dinero, bastante más de lo que se entregó. Pero si la Bolsa cae se recibirán acciones, con lo que la persona que abrió el depósito se encontrará con acciones en su cartera y será un inversor de renta variable, no un inversor de renta fija. En estos casos tanto el riesgo como la rentabilidad son más altos, más parecidos a la inversión en renta variable y en concreto a la inversión a través de estrategias conservadoras con opciones. Las ventajas y desventajas de contratar el depósito estructurado o realizar uno mismo estratregias con derivados son las siguientes:
    • Contratar el depósito es más sencillo, pero tambien tiene un coste mayor por las comisiones del banco.

    • Si el inversor realiza sus propias estrategias puede decidir cuándo iniciarlas, cuándo cerrarlas, sobre qué valores o índices hacerlas, etc. Esta flexibilidad es muy importante, pero también requiere un conocimiento bastante mayor y llevar un seguimiento de la estrategia.

    • Los depósitos estructurados pueden implementar estrategias que son imposibles de replicar para un inversor particular por las razones expuestas anteriormente. En algunos casos un inversor puede encontrar un depósito con una estrategia interesante y que él no puede replicar en el mercado organizado.
Una desventaja de los depósitos es su baja liquidez. No se puede salir en cualquier momento; o hay que esperar hasta el final, o sólo se puede salir en unas pocas ocasiones a lo largo de la vida del depósito, o hay que pagar una fuerte penalización por salir antes de tiempo, etc.
En cualquier caso es importante tener en cuenta una de las normas básicas de la inversión; no invertir en aquello que no se conoce. Siempre que se contrate un depósito estructurado hay que conocer y entender las condiciones bajo las cuales se obtendrá la rentabilidad final. No sólo eso, sino que el inversor debería ser capaz de estimar las probabilidades de que se cumplan las condiciones para que se obtenga la rentabilidad máxima establecida. No es buena idea abrir un depósito de este tipo sin saber valorar si el activo de referencia (acción, índice, etc.) se encuentra barato o caro, tiene muchas o pocas posibilidades de subir en el plazo establecido, etc.

Cómo funcionan los depósitos estructurados

Hay una gran variedad de depósitos estructurados. En general son una combinación de acciones y/o derivados (opciones y futuros) que se venden a los clientes de forma empaquetada.
Veamos un ejemplo sencillo. Las condiciones del depósito podrían ser: “Si Telefónica sube más de un 10% en los 2 próximos años obtendrá una rentabilidad del 25%. Si Telefónica cae menos de un 15% tendrá su capital garantizado y una rentabilidad adicional dependiendo de la cotización de Telefónica al final de los 2 años. En caso de que Telefónica caiga más de un 15% recibirá acciones de Telefónica con un 15% de descuento sobre la cotización actual”.
Este depósito se construiría mediante la estrategia denominada call cubierta. El detalle es el siguiente:
  1. El inversor contrata el depósito aportando 2.000 euros

  2. El banco coje esos 2.000 euros y compra 100 acciones de Telefónica a 20 euros.

  3. Inmediatamente vende una opción call de Telefónica con vencimiento dentro de 2 años y precio de ejercio 22 euros. Recibe como prima 3,5 euros por acción.
Ahora veremos los resultados en los 2 extremos al cabo de los 2 años:
  • Telefónica sube más de un 10% (cotiza a 30 euros, por ejemplo): El que compró la call a 22 euros la ejercerá, por lo que el banco deberá vender las 100 acciones a 22 euros y obtendrá 2.200 euros. A eso hay que sumar la prima que cobró por la call vendida y que asciende a 350 euros (3,5 x 100 = 350). Eso hace un total de 2.550 euros (2.200 + 350 = 2.550). De esta cifra el banco se queda 50 euros como comisión por su trabajo y el resto, 2.500 euros, se lo entrega al cliente, que obtiene la rentabilidad del 25% prometida; puso 2.000 euros y recibe 2.500 euros.

  • Telefónica cae más de un 15% (cotiza a 15 euros, por ejemplo): El que compró la call renuncia a ejercerla. Por tanto el banco mantiene las 100 acciones de Telefónica y los 350 euros que cobró como prima. Se queda 50 euros como comisión y entrega al cliente los 300 euros restantes y las 100 acciones de Telefónica. Es decir el cliente entregó 2.000 euros y ahora recibe 100 acciones de Telefónica y 300 euros, con lo que cada acción de Telefónica le ha costado 17 euros (1.700 / 100 = 17), que es un 15% menos de lo que costaban en el momento de abrir el depósito (20 euros).
Si la cotización se mantiene entre 17 y 22 euros el banco deshará la posición y le entregará el dinero restante (menos su comisión) al cliente. Veamos 2 ejemplos:
  • Telefónica termina a 21 euros: El banco vende las 100 acciones a 21 euros, por lo que recibe 2.100 euros, y se queda con la prima cobrada inicialmente de 350 euros. Después de cobrar su comisión de 50 euros quedan 2.400 euros (2.100 + 350 – 50 = 2.400) que entrega al cliente, con lo que este obtiene una rentabilidad del 20%; entregó 2.000 euros y recibe 2.400.

  • Telefónica termina a 18 euros: El banco vende las 100 acciones a 18 euros, por lo que recibe 1.800 euros, y se queda con la prima cobrada inicialmente de 350 euros. Después de cobrar su comisión de 50 euros quedan 2.100 euros (1.800 + 350 – 50 = 2.100) que entrega al cliente, con lo que este obtiene una rentabilidad del 5%; entregó 2.000 euros y recibe 2.100.
Nota: He simplificado el ejemplo para facilitar su comprensión. En la realidad habría que tener algunos detalles más que modifican la rentabilidad que se obtendría pero no el funcionamiento de la estrategia; las comisiones de todas las operaciones de compra/venta (reducirían la rentabilidad), los intereses que produciría la prima cobrada (350 euros en el ejemplo) durante los 2 años y que harían subir la rentabilidad (la prima se cobra el primer día y se puede utilizar para comprar Letras del Tesoro o algún instrumento similar de renta fija), los dividendos que pague Telefónica durante ese tiempo (también subirían la rentabilidad), etc.

Cuándo interesan los fondos garantizados

Es conveniente haber leído primero el artículo Cómo funcionan los fondos de inversión garantizados y Cómo construirse un fondo garantizado a medida.
En general no son un producto interesante. La rentabilidad máxima que se obtiene es baja porque la mayor parte del dinero está invertido en renta fija. Si la parte del dinero que se invierte en opciones (o cualquier otra alternativa) sale bien la rentabilidad será algo superior a la que se habría obtenido si se hubiera invertido todo el dinero en renta fija, pero bastante inferior a la que habrán obtenido los que estuviesen invertidos en el mercado de referencia. Por ejemplo si se compran opciones sobre el Ibex 35 y el Ibex 35 sube mucho la rentabilidad total del garantizado será superior a la renta fija, pero bastante inferior que la que habrá obtenido un fondo de inversión de renta variable referenciado al Ibex 35 o un inversor en Bolsa con una cartera de valores que tenga un comportamiento similar al del Ibex 35.
Es muy importante tener en cuenta que el capital está garantizado al 100% si no tenemos en cuenta la inflación. Pero la inflación hay que tenerla en cuenta siempre. Si invirtiésemos de forma sistemática en fondos garantizados que nos garanticen el 100% del capital pero las condiciones para obtener una rentabilidad positiva no se cumpliesen la mayoría de las veces nuestro poder adquisitivo se iría reduciendo paulatinamente y cada vez seríamos más pobres por la erosión que la inflación le iría causando a nuestro patrimonio.
Por eso no es interesante invertir de forma permanente en fondos garantizados. Si se quiere obtener una rentabilidad algo superior a la de la renta fija pero sin correr un riesgo elevado para el conjunto del patrimonio hay otras opciones más intersantes y rentables a largo plazo. No hay que elegir necesariamente entre tener el 100% del dinero en renta fija o tener el 100% del dinero en renta variable. Entre un extremo y otro hay sitio para cualquier inversor. Se puede invertir un 90% (80%, 70%, etc.) del dinero en renta fija y el otro 10% (20%, 30%, etc.) en renta variable. La ventaja de hacerlo así es que por un lado se puede encontrar la mejor alternativa en renta fija para nuestra situación particular (Bonos del Tesoro, fondos de inversión, depósitos a plazo, etc.) y también la mejor alternativa para nuestro caso en renta variable; ETF's, inversión directa en Bolsa, una combinación de ambas, etc. No sólo eso, sino que en cualquier momento se pueden variar los porcentajes en un sentido u otro, cambiar de estrategia en renta fija o variable o ambas a la vez o disponer del dinero para otras necesidades sin tener que esperar a que finalice el plazo del fondo garantizado o pagar una penalización.
Eso hace que los fondos garantizados sólo me parezcan recomendables para algunas situaciones muy puntuales, en las que sería preferible utilizar la opción de que el inversor se lo construya a medida. Serían situaciones en las que un inversor con cierta experiencia dispone de una cantidad de dinero que va a necesitar en un plazo conocido de tiempo (entrada para una vivienda, compra de un coche, creación de una empresa, etc.) pero detecta una oportunidad en el mercado que le parece irresistible. En este caso lo más prudente sería no poner en riesgo la compra de la vivienda o el coche o la creación de la empresa y la utilización de un garantizado “a medida” sería una solución de compromiso para no poner en peligro el proyeto futuro y a la vez tener la posibilidad de obtener algo de rentabilidad a esa oportunidad que se ha detectado en el mercado.

Cómo construirse un fondo garantizado a medida

Es conveniente haber leído primero el artículo Cómo funcionan los fondos de inversión garantizados.
Cada inversor puede construirse su propio fondo garantizado en cualquier momento. Lo más importante es invertir en renta fija la cantidad necesaria para que al cabo del año tengamos el capital inicialmente invertido. Siguiendo con el ejemplo del artículo anterior la forma más evidente de hacerlo es la descrita en dicho artículo. Es decir, invirtiendo 9.523,81 euros en renta fija de forma que al cabo de 1 año tengamos 10.000 euros asegurados (9.523,81 x 1,05 = 10.000). La diferencia es que en este caso no tendríamos que pagar la comisión del banco, los 50 euros del ejemplo, con lo que nos quedaría más dinero disponible para invertir en opciones, 476,19 (10.000 – 9.523,81 = 476,19) euros en lugar de los 426,19 del ejemplo del artículo anterior.
Las ventajas de fabricarse el garantizado a medida en lugar de contratarlo al banco son:
  • La rentabilidad es algo superior porque no hay que pagar la comisión del banco.

  • Se puede elegir el momento en que se inicia la estrategia y el activo sobre el que se realiza, mientras que al contratar un fondo garantizado hay que amoldarse a unas condiciones estándar. Por ejemplo, podría suceder que en un momento dado se comercialice un fondo garantizado sobre el Ibex 35 pero un inversor crea que sería más oportuno realizarlo dentro de un par de meses y en lugar de hacerlo referenciado sobre el Ibex 35 hacerlo sobre las acciones de Iberdrola. Si lo contrata con el banco no tiene más remedio que hacerlo ahora y sobre el Ibex35, pero si se lo hace él mismo puede hacerlo sobre Iberdrola y en el momento que desee.

  • Un garantizado “a medida” puede deshacerse en cualquier momento. Siguiendo con el ejemplo anterior imaginemos que la idea inicial del inversor era hacerlo por 1 año, pero a los 6 meses la Bolsa ha subido mucho y cree que en los 6 meses siguientes va a corregir parte de esa subida. En ese caso el inversor vendería las opciones en el momento que considerase idóneo e invertiría el importe obtenido en renta fija (o cualquier otro sitio) con lo que aseguraría un beneficio que cree que se va a reducir en los próximos meses y además dejaría de correr riesgos. Si se hubiera contratado el garantizado con el banco no habría más remedio que esperar hasta que termine el año o, en algunos casos, salir pagando una penalización que podría quitar todo el atractivo a esta salida anticipada.
 La desventaja de hacerse el garantizado uno mismo es que es algo más complicado (aunque tampoco mucho). Otra ventaja que podría tener el contratar el fondo garantizado con el banco en algunos casos es que los bancos en ocasiones contratan opciones “a medida” (en el mercado “over the counter”) con unas características en cuanto a plazos, condiciones para entrar en rentabilidad, etc. que no pueden ser directamente replicables por un inversor particular en el mercado de opciones organizado (Meff en el caso de España). Podría suceder que un inversor encontrara interesantes las condiciones de un garantizado que no pudiera replicar como inversor particular, por lo que tendría que contratar el fondo ofrecido por el banco o renunciar a esas condiciones concretas.
Hay otras formas de construir un garantizado. Tantas como alternativas se le ocurran para invertir esos 476,19 de forma que el riesgo máximo que se corra sean exactamente 476,19 euros. Para ilustrar la gran variedad de posibilidades cabe citar que algunas alternativas lindan claramente con la ludopatía y no son nada recomendables, pero servirían como “fondo garantizado a medida”. Aquí estarían incluídas el gastarse los 476,19 euros en el casino, apostando a que su equipo gana la liga, en quinielas, etc.
Entre las alternativas serias están utilizar los 476,19 euros para comprar acciones de un “chicharro”, fondos de renta variable emergente, opciones put si cree que lo que va a hacer la Bolsa es bajar, etc. El único límite es su imaginación y que el riesgo máximo no supere los 476,19 euros indicados.

Cómo funcionan los fondos de inversión garantizados

Los fondos de inversión garantizados son aquellos que garantizan de forma total o parcial el capital inicial depositado al final del plazo determinado. La rentabilidad que se obtenga dependerá de que se cumplan determinadas circunstancias previamente establecidas, pero en cualquier caso el inversor tiene garantizado su capital inicial (o un porcentaje del mismo conocido en el momento de contratar el fondo garantizado).
Los fondos garantizados se construyen depositando la mayor parte del dinero en renta fija y arriesgando una pequeña parte. Por ejemplo, un inversor deposita 10.000 euros en un fondo garantizado a 1 año con la posibilidad de obtener determinadas rentabilidades en caso de que suba el Ibex 35.
Supongamos que la renta fija a 1 año da un interés del 5%. Eso quiere decir que si colocamos 9.523,81 euros en renta fija al cabo de 1 año tendremos 10.000 euros (9.523,81 x 1,05 = 10.000). Con eso ya se garantiza que el inversor recuperará sus 10.000 euros al cabo del año. Los 476,19 euros restantes (10.000 – 9.523,81 = 476,19) se pueden invertir con un riesgo muy elevado, ya que aunque se pierdan íntegros quedaran los 10.000 euros de la renta fija. Como el banco cobra una comisión (suponemos 50 euros) la cantidad libre para invertir es algo menor, 426,19 euros (476,19 – 50 = 426,19).
Lo habitual es que estos 426,19 se utilicen para comprar opciones financieras que en el ejemplo propuesto serían opciones sobre el Ibex 35. Resumiendo mucho cuando se compran opciones se puede perder todo el dinero invertido o se pueden obtener rentabilidades muy altas.
Si la Bolsa baja las opciones que se compraron por 426,19 pasarán a valer 0 al cabo del año y al inversor se le entregarán los 10.000 euros que están en renta fija.
Si la Bolsa sube las opciones subirán de valor y el inversor obtendrá una rentabilidad adicional. Supongamos que la Bolsa tiene una fuerte subida y el precio de las opciones se duplica, pasando a valer 852,38 euros (426,19 x 2 = 852,38). El inversor obtendrá los 10.000 euros de la renta fija más los 852,38 de las opciones, lo que hace una rentabilidad del 8,52% sobre los 10.000 euros inicialmente invertidos.
Una variante son los fondos que garantizan un porcentaje del capital inferior al 100%. Supongamos un fondo igual al anterior con la única diferencia de que garantiza únicamente el 90% del capital invertido al cabo del año. Se construiría de la misma forma, variando únicamente las cantidades a invertir en renta fija y opciones. En renta fija se invertirían 8.571,43 euros (8.571,43 x 1,05 = 9.000) para asegurarse de que dentro de 1 año el inversor tendrá 9.000 euros en renta fija, el 90% del capital invertido. Eso hace que el dinero a invertir en opciones sea superior, 1.378,57 (10.000 – 8.571, 43 – 50 = 1.378,57). El resultado es que a cambio de correr un riesgo algo mayor el beneficio potencial también es mayor.
El banco que ofrece un fondo garantizado no corre ningún riesgo. Su beneficio consiste en la comisión que cobra por el desarrollo y la gestión del fondo.
Nota: No se han tenido en cuenta las comisiones de la compra / venta de las opciones para simplificar el ejemplo. Son una cantidad pequeña pero en la realidad hay que pagarlas y reducirían muy ligeramente la rentabilidad obtenida.

Libros

Image
We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.