Una desacelaración no es una bajada

Cuando una cifra (inflación, precios de inmuebles, cambios de divisas, etc.) se desacelera lo que hace es seguir con la misma tendencia que tenía anteriormente (alcista o bajista) pero a un ritmo inferior, no cambiar de tendencia.

Si el precio medio de los pisos es de 100.000 y el primer año sube un 20% pasa a ser de 120.000 euros. Si el segundo año sube otro 20% pasa a ser de 144.000 euros. El tercer año se desacelara la subida del precio de los pisos y sólo suben un 10%, lo cual significa que el precio medio pasa a ser de 158.400 euros. Es decir, sigue subiendo aunque a menor ritmo, pero no ha bajado.

Lo mismo pasa con una tendencia bajista. Si el euro se devalúa respecto al dólar un 20% el primer año, otro 20% el segundo y un 10% más el tercero se puede decir que el tercer año se ha desacelerado la devaluación del euro. Pero eso no quiere decir que haya dejado de devaluarse en el tercer año, ya que ha seguido perdiendo valor (auque más lentamente) y vale menos de lo que valía el segundo año.

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