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La Beta es una variable que mide la diferencia de rentabilidad de una acción respecto a su índice de referencia.
Por ejemplo, si Acerinox tiene una Beta de 1,1 respecto al Ibex 35 quiere decir que Acerinox se moverá un 10% más de lo que lo haga el Ibex 35. Si el Ibex 35 sube un 10% Acerinox subirá un 11%, y si el Ibex 35 baja un 10% Acerinox bajará un 11%.
De forma similar si Abertis tiene una Beta de 0,80 en caso de que el Ibex 35 suba un 10% Abertis subirá un 8%, mientras que si el Ibex 35 cae un 10% Abertis bajará un 8%.
Un valor con una Beta de 1 se movería exactamente igual que el mercado.
Algunos valores pueden tener Beta negativa. Eso quiere decir que cuando el mercado cae esos valores suben y cuando el mercado sube esos valores bajan. Son casos raros pero existen.
Una de las utilidades de la Beta es que si un inversor espera que el mercado va a subir podría formar una cartera de valores con una Beta lo más alta posible (siempre con un valor superior a 1), de forma que la rentabilidad de su cartera fuera superior a la del mercado.
Y si esperase que el mercado puede tener una caída podría formar una cartera con una Beta lo más baja posible para que su cartera sufriera lo menos posible en caso de caída. Nota: Si el inversor estuviese convencido de que el mercado va a caer sería preferible que utilizase otras estrategias como salirse del mercado y permanecer en liquidez, vender futuros, comprar puts, etc.
En mi opinión la Beta no es demasiado útil para un inversor de largo plazo porque presenta varios problemas:
- El valor de la Beta depende del período de tiempo que se utilice para calcularla. Un mismo valor puede tener muchas Betas, ya que la Beta que resulte de hacer el cálculo con los datos de los últimos 3 meses puede ser distinta de la que resulte de utilizar los últimos 6 meses, 1 año, 5 años, etc.
- La Beta, por definición, es el pasado. El comportamiento de la acción en el pasado no tiene por qué ser igual que el comportamiento que tenga en el futuro.
En algunas estrategias de trading de corto plazo la Beta puede resultar útil pero necesita un seguimiento continuo y la realización de ajustes en la estrategia si la Beta real no coincide con la Beta calculada previamente con los datos del pasado.