Un inversionista pierde la capacidad de raciocinio cuando gana los primeros diez mil dólares. A partir de entonces se convierte en un pelele fácilmente manipulable (André Kostolany)
Esto no sucede siempre, pero sí en algunas ocasiones. La frase se refiere al caso de personas que realizan una buena operación nada más comenzar a invertir o hacer trading debido a un golpe de suerte e inmediatamente llegan a la conclusión de que “esto es fácil”. Debido a eso no se molestan en adquirir más conocimientos y a largo plazo pierden mucho más dinero del que ganaron inicialmente.
No es algo que le suceda a todo el que empieza con buen pie en la Bolsa, depende de la personalidad de cada uno.
Aprender a invertir es algo asequible a todo el mundo, pero ni es cuestión de suerte ni se pueden obtener buenos resultados a largo plazo sin haberse preparado.