El Estado practica la usura
Existe una asimetría tremendamente injusta entre los intereses de demora que debe pagar el Estado a los ciudadanos y los que deben pagar los ciudadanos al Estado. Los intereses deberían ser exactamente los mismos en ambos casos, ya que lo contrario es injusto, discriminatorio y contradice los fundamentos básicos de la Ley y el Estado de Derecho.
Uno de los principios básicos del Estado de Derecho es que la Ley debe ser igual para todo el mundo. No pueden imponerse penas o sanciones distintas para un mismo hecho dependiendo que quién lo haya cometido.
Pagar fuera de plazo es pagar fuera de plazo, independientemente de que quien pague fuera de plazo sea el Estado o un ciudadano.
La única diferencia entre que el Estado pague fuera de plazo o que un ciudadano pague fuera de plazo es quién realiza la acción, pero la acción en ambos caso es la misma, pagar fuera de plazo, y por tanto debería recibir el mismo tratamiento por parte de la Justicia.
No sólo los intereses que establece la Ley para ambos casos son muy distintos, sino que los establecidos para el caso de que sea el ciudadano el que paga fuera de plazo son tan disparatademente elevados que si cualquier empresa privada pretendiera cobrarlos por prestar dinero la propia Ley los consideraría usura y prohibiría a dicha empresa continuar con su actividad, muy probablemente exigiendo responsabilidades penales a los directivos de dicha empresa.
Para que un Estado sea realmente democrático la Ley debe ser igual para todos, incluyendo al propio Estado.
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