Empresas sin deuda y con mucha liquidez en la caja
Hay empresas que no solamente no tienen deuda sino que disponen de un gran cantidad de dinero líquido acumulado.
Habitualmente se dice que comprar acciones de estas empresas es como comprar un piso sabiendo que en uno de los armarios hay un gran cantidad de billetes que pasarán a ser propiedad del comprador en el momento en que se formalice la operación. Si se compra un piso por 100.000 euros pero en el armario hay 20.000 euros el precio real del piso es de 80.000 euros, aunque primero haya que pagar 100.000 para inmediatamente después acceder al armario que tiene los 20.000 euros.
El caso de las acciones es ligeramente distinto porque el accionista minoritario que compre acciones de esas empresas no puede decidir qué se hace con esa liquidez (cosa que sí podría hacer con los 20.000 euros del armario), ya que esta decisión corresponde a los gestores de la empresa. Si se compra una acción por 10 euros pero la empresa tiene un caja de 2 euros por acción podríamos decir que el precio de compra es de 8 euros, pero el accionista minoritario no puede pedir a la empresa que le entregue sus 2 euros.
Esta liquidez puede utilizarse de varias formas:
- Repartirse como dividendo extraordinario.
- Utilizarse para comprar acciones de la propia empresa para ser amortizadas, lo que aumenta el beneficio por acción (BPA) y el dividendo por acción de ejercicios futuros.
- Utilizarse para invertir en nuevos negocios. Esto puede ser bueno, si los nuevos negocio son rentables, o malo si estos nuevos negocios suponen malgastar ese dinero sin obtener beneficio para los accionistas de la empresa.
Los 2 primeros casos benefician claramente al accionista minoritario, mientras que en el tercer caso la liquidez puede desaparecer en caso de que se realice una mala elección de las nuevas inversiones o incrementarse de forma importante si los nuevos negocios fueran muy rentables.
Además del valor de la liquidez en sí mismo el hecho de que una empresa sea capaz de desarrollar su negocio de tal forma que genere habitualmente tales excesos de caja que le permitan no sólo no tener deuda sino incluso incrementar de forma progresiva esa liquidez es algo que dice mucho sobre la buena calidad de los gestores de dicha empresa. Este factor es un intangible que no puede valorarse de forma matemática pero que debe ser tenido muy en cuenta por los inversores de largo plazo.