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Cómo funcionan los depósitos estructurados
Hay una gran variedad de depósitos estructurados. En general son una combinación de acciones y/o derivados (opciones y futuros) que se venden a los clientes de forma empaquetada.
Veamos un ejemplo sencillo. Las condiciones del depósito podrían ser: “Si Telefónica sube más de un 10% en los 2 próximos años obtendrá una rentabilidad del 25%. Si Telefónica cae menos de un 15% tendrá su capital garantizado y una rentabilidad adicional dependiendo de la cotización de Telefónica al final de los 2 años. En caso de que Telefónica caiga más de un 15% recibirá acciones de Telefónica con un 15% de descuento sobre la cotización actual”.
Este depósito se construiría mediante la estrategia denominada call cubierta. El detalle es el siguiente:
- El inversor contrata el depósito aportando 2.000 euros
- El banco coje esos 2.000 euros y compra 100 acciones de Telefónica a 20 euros.
- Inmediatamente vende una opción call de Telefónica con vencimiento dentro de 2 años y precio de ejercio 22 euros. Recibe como prima 3,5 euros por acción.
Ahora veremos los resultados en los 2 extremos al cabo de los 2 años:
- Telefónica sube más de un 10% (cotiza a 30 euros, por ejemplo): El que compró la call a 22 euros la ejercerá, por lo que el banco deberá vender las 100 acciones a 22 euros y obtendrá 2.200 euros. A eso hay que sumar la prima que cobró por la call vendida y que asciende a 350 euros (3,5 x 100 = 350). Eso hace un total de 2.550 euros (2.200 + 350 = 2.550). De esta cifra el banco se queda 50 euros como comisión por su trabajo y el resto, 2.500 euros, se lo entrega al cliente, que obtiene la rentabilidad del 25% prometida; puso 2.000 euros y recibe 2.500 euros.
- Telefónica cae más de un 15% (cotiza a 15 euros, por ejemplo): El que compró la call renuncia a ejercerla. Por tanto el banco mantiene las 100 acciones de Telefónica y los 350 euros que cobró como prima. Se queda 50 euros como comisión y entrega al cliente los 300 euros restantes y las 100 acciones de Telefónica. Es decir el cliente entregó 2.000 euros y ahora recibe 100 acciones de Telefónica y 300 euros, con lo que cada acción de Telefónica le ha costado 17 euros (1.700 / 100 = 17), que es un 15% menos de lo que costaban en el momento de abrir el depósito (20 euros).
Si la cotización se mantiene entre 17 y 22 euros el banco deshará la posición y le entregará el dinero restante (menos su comisión) al cliente. Veamos 2 ejemplos:
- Telefónica termina a 21 euros: El banco vende las 100 acciones a 21 euros, por lo que recibe 2.100 euros, y se queda con la prima cobrada inicialmente de 350 euros. Después de cobrar su comisión de 50 euros quedan 2.400 euros (2.100 + 350 – 50 = 2.400) que entrega al cliente, con lo que este obtiene una rentabilidad del 20%; entregó 2.000 euros y recibe 2.400.
- Telefónica termina a 18 euros: El banco vende las 100 acciones a 18 euros, por lo que recibe 1.800 euros, y se queda con la prima cobrada inicialmente de 350 euros. Después de cobrar su comisión de 50 euros quedan 2.100 euros (1.800 + 350 – 50 = 2.100) que entrega al cliente, con lo que este obtiene una rentabilidad del 5%; entregó 2.000 euros y recibe 2.100.
Nota: He simplificado el ejemplo para facilitar su comprensión. En la realidad habría que tener algunos detalles más que modifican la rentabilidad que se obtendría pero no el funcionamiento de la estrategia; las comisiones de todas las operaciones de compra/venta (reducirían la rentabilidad), los intereses que produciría la prima cobrada (350 euros en el ejemplo) durante los 2 años y que harían subir la rentabilidad (la prima se cobra el primer día y se puede utilizar para comprar Letras del Tesoro o algún instrumento similar de renta fija), los dividendos que pague Telefónica durante ese tiempo (también subirían la rentabilidad), etc.
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