
Aprende a invertir en Bolsa para transformar tu vida y jubilarte como te mereces, y cuando tú decidas.

Hay gente que es ordenada a la hora de controlar sus gastos y consigue ahorrar dinero todos los meses de forma regular, pero no pasa de ahí.
Llamo ahorrar a no gastar una parte de los ingresos que se obtienen y dejarlos en una cuenta remunerada, depósito a plazo fijo o similar de forma indefinida.
Ahorrar está muy bien y es imprescindible, pero hay que dar un paso más y aprender a invertir el dinero ahorrado porque la prosperidad estable no se consigue con depósitos a plazo fijo o similares sino con activos de calidad (en mi opinión la mejor alternativa son las acciones).
La mentalidad de “ahorrar para cuando las cosas vayan mal” no es la ideal. Evidentemente es mejor que no ahorrar, pero creo que la mentalidad correcta es “invertir para que las cosas no lleguen a ir mal”.
El dinero que se tiene en depósitos puede ayudar durante un período de tiempo limitado, pero no permite vivir de sus rentas de forma indefinida por varios motivos:
- Su rentabilidad no crece con el tiempo (Ver la importancia del crecimiento de los dividendos a largo plazo)
- La inflación erosiona el dinero ahorrado y su poder adquisitivo cada vez es menor (Ver Comparación entre la renta fija y la renta variable a largo plazo).
Es correcto tener una reserva de forma permanente en renta fija para ser utilizada en caso de emergencia, si es que una situación de este tipo llega a producirse. Pero este dinero sólo nos servirá para salir del bache (pérdida del trabajo, etc.) y tendrá una duración limitada. Si el bache es indefinido el dinero de los depósitos se acabará antes o después.
Por eso tener todo el dinero de forma permanente en renta fija es mucho más arriesgado de lo que la mayoría de la gente piensa, y en concreto es más arriesgado que tenerlo en acciones sólidas que paguen dividendos crecientes de forma regular.