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Las pérdidas y ganancias que se obtengan cada día en las posiciones de futuros que se mantengan abiertas se reflejan de forma real en la cuenta del inversor.
Supongamos que 2 inversores acuerdan la compra / venta de 1 contrato de futuros sobre acciones del Santander a 15,10 euros. La apertura de la operación conlleva unas garantías que quedan depositadas en el mercado donde se negocian dichos futuros, Meff en este caso.
Además de dichas garantías ambos inversores deberán tener en cuenta las ganancias o pérdidas que su posición tenga diariamente. Si en la misma sesión que se abre la posición el futuro sobre el Santander cierra a 15,30 euros el comprador habrá obtenido una ganancia de 20 euros (15,30 – 15,10 = 0,20; 0,20 x 100 = 20) en su posición, que son los mismos 20 euros que ha obtenido como pérdida el vendedor.
El mercado se encarga de cobrar esos 20 euros al vendedor e ingresarlos en la cuenta del comprador. Esta liquidación se va produciendo día tras día mientras la posición permanezca abierta, cobrándose en la cuenta de la posición perdedora e ingresándose en la de la posición ganadora.
Por eso debe dejarse algo de liquidez en la cuenta asociada a la operativa con derivados, ya que este dinero (en caso de que nuestra posición haya resultado perdedora en el día) debe estar disponible al final de la sesión.
Las garantías están remuneradas porque quedan depositadas en el mercado, pero las posibles pérdidas que acumule nuestra posción no están remuneradas porque pasan a la cuenta del inversor que tomó la posición contraria a la nuestra. Las ganacias pasan a poder del comprador y puede colocarlaras en un depósito a 1 día o algo similar si lo desea.