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Estrategias de inversión

Inversión sectorial

En este caso el inversor invierte en un sector en su conjunto, bien a través de un fondo de inversión, un ETF o comprando una cartera de acciones de todas las empresas del sector, o al menos las más representativas, según el caso.

Para ello debe analizarse el sector en su conjunto, tratando las principales variables que afecten al comportamiento de ese sector si se utiliza el análisis fundamental o analizando los gráficos en caso de utilizar el análisis técnico o las velas japonesas. Siempre es posible y deseable combinar todas estas herramientas.
Si se utiliza el análisis técnico o las velas japonesas el estudio consiste en analizar los gráficos correspondientes al índice sectorial en cuestión igual que se haría con el gráfico de una empresa, una materia prima, etc.
Desde el punto de vista fundamental el objetivo es determinar si la actividad de ese sector va a tener una buena evolución en el futuro o no analizando el conjunto del sector, no las empresas que lo componen de forma individual.
Por ejemplo, si se trata del sector petrolífero se estudia la capacidad de extracción actual y presente en el mundo, las expectativas de consumo de petróleo en el futuro, la capacidad instalada de las refinerías (si hay excesiva capacidad o no, los costes de aumentarla, etc.), los márgenes de refino, etc.
En el sector de la construcción se estudiaría la evolución de la producción de cemento, los planes de infraestructuras del país, las necesidades de viviendas, oficinas, autopistas, etc.
Después de estos estudios se extrae la conclusión de que los próximos años van a ser buenos para el sector petrolero, el constructor, eléctrico, asegurador, etc. pero el inversor no quiere invertir solamente en una empresa o unas pocas porque no sabe cuál de todas las empresas del sector va a obtener más beneficios de esa situación. Por eso se compran todas las empresas del sector, o una buena representación de ellas, a través de un fondo, ETF o cartera de acciones.
En esta de forma de invertir hay una gran concentración de riesgos porque si el análisis es erróneo y el sector se comporta mal en el futuro lo más probable es que todas las acciones que componen el fondo, índice o cartera tengan un mal comportamiento.

Empresas en reestructuración

Consiste en invertir en empresas que atraviesan por malos momentos debido a la mala marcha del negocio, pleitos, catástrofes naturales, etc. En estas situaciones el balance y la cuenta de resultados están muy deteriorados, por lo que la cotización llega a niveles muy bajos. En muchas ocasiones la empresa corre un riesgo alto de desaparecer.
El análisis técnico, las velas japonesas y el análisis fundamental no sólo no son excluyentes sino que es preferible combinarlos, especialmente en este tipo de situaciones porque en estas circunstancias es habitual que muchos inversores toman decisiones irracionales, tanto al alza, provocando fuertes rebotes en empresas que están prácticamente abocadas a la desaparición, como a la baja, vendiendo a cualquier precio las acciones de empresas que tienen problemas pero es muy improbable que lleguen a desaparecer.
Es imprescindible seguir muy de cerca las soluciones adoptadas para reflotar la empresa, ya que en ocasiones se da entrada a nuevos socios que aportan capital pero a cambio de diluir la participación de los antigüos accionistas en la empresa. Puede darse el caso de que ese nuevo capital reflote la empresa y esta vuelva a obtener beneficios pero sin embargo el valor de las antigüas acciones quede reducido en mayor o menor medida, llegando incluso a cero.
En la inversión de valor se compran empresas cuyo valor es muy superior a su cotización y se espera a que el mercado reconozca ese valor. En las empresas en reestructuración es diferente; se compra algo que está muy mal pero que, en opinión de los inversores que compran esas acciones, tiene posibilidades de incrementar su valor mediante transformaciones en sus activos, planes de actuación especiales, cambio radical de la actividad de la empresa, etc. En realidad las reestructuraciones son un caso específico, bastante más arriesgado de lo habitual, de la inversión de valor.
En caso de que la inversión resulte un éxito las revalorizaciones suelen ser mucho mayores que la media del mercado, y las posiciones normalmente se mantienen durante años, ya que a una empresa no se le “da la vuelta” en dos días.
En muchas ocasiones la cotización de estas empresas puede evolucionar de forma muy distinta al conjunto del mercado, pudiendo tener grandes revalorizaciones mientras el mercado cae si los planes de la empresa tienen éxito o fuertes caídas mientras el mercado se revaloriza de forma importante si la empresa no consigue salir de su crítica situación.
Los ejemplos son infinitos pero por citar unos pocos; una empresa de fabricación de volantes que se reconvierte en fabricante de neveras, una industria que se reconvierte en inmobiliaria aprovechando los terrenos de sus fábricas, etc. NOKIA, por ejemplo, empezó siendo una papelera en 1865 y ha tranformado su negocio en varias ocasiones hasta la actualidad.
Este tipo de inversiones tienen un riesgo muy alto.

Empresas cíclicas

Los valores cíclicos no son una buena opción para la inversión a largo plazo (entendida como ”comprar y mantener”) porque su historial de beneficios está lleno de grandes subidas y bajadas. Es relativamente normal que una empresa cíclica gane la misma cantidad de dinero en la actualidad que hace 10 ó 20 años, tan normal como que de un año para otro multiplique sus beneficios por 4 para después perder dinero dos años más tarde. Debido a esto sus dividendos, en general, sufren los mismos altibajos que los beneficios.
En los malos momentos las cotizaciones sufren auténticos desplomes. Sin embargo durante la parte buena del ciclo sus cotizaciones suben mucho más que las de las empresas sólidas. Cuando se invierte en empresas cíclicas el objetivo es acercarse lo máximo posible a comprar en la parte baja del ciclo y vender en la parte alta. Para ello hay que conocer muy bien el sector al que pertenece la empresa desde el punto de vista fundamental y/o utilizar el análisis técnico y las velas japonesas.
Por muy bien que se dominen cualquiera de estas técnicas siempre hay que preveer que podamos estar equivocados, por lo que es necesario establecer una estrategia para salir en caso de que las cosas no marchen como esperamos. Si se entró por los fundamentales de la empresa podría salirse cuando dichos fundamentales se deterioren gravemente, o más allá de lo que habíamos previsto. Si se entró por análisis técnico debe establecerse un stop-loss basado en la cotización. Los sectores cíclicos más típicos son aerolíneas, fabricantes de automóviles, acereras, papeleras, y empresas relacionadas con las materias primas en general.

Comprar mercado

El inversor no analiza empresas de forma individual sino países o continentes enteros.
Si utiliza el análisis técnico o las velas japonesas la única diferencia es que estudiará el gráfico de un índice en lugar del de una empresa.
Si utiliza el análisis fundamental no estudiará los balances y cuentas de resultados de las empresas sino la macroeconomía.
Como en cualquier otro tipo de inversión es preferible combinar todas estas herramientas.
La principal ventaja es que se evita el riesgo de tener una pérdida importante por haber invertido en empresas que quiebren o tengan un comportamiento especialmente malo.
La desventaja es que se renuncia a invertir preferentemente en empresas que se comporten mejor que la media.
Al invertir en un índice bursátil realmente se está invirtiendo en todas las empresas que componen dicho índice, las buenas y las malas. La diversificación que da el índice hace que el comportamiento de las malas no perjudique seriamente a la cartera a cambio de renunciar a tener una rentabilidad superior a la del mercado en caso de haber formado una cartera con algunas de las mejores empresas de dicho índice.
La principal razón para utilizar este estilo de inversión es reducir el riesgo a la vez que se obtiene una rentabilidad similar (normalmente algo inferior por las comisiones de los fondos de inversión o los ETF's) a la media del mercado.

Momemtum

En este estilo de inversión se compran los valores más de moda , los que suben más rapidamente en cada momento. Para ello se utiliza el análisis técnico, las velas japonesas, el seguimiento de los flujos de dinero, etc. Los fundamentales de la empresa, dividendos, balances, etc. no son útiles en este caso. Aunque las posiciones pueden mantenerse durante semanas o meses hay que hacer un seguimiento constante de la cotización, ya que es imprescindible entrar y salir con mucha rapidez. Está más cerca del trading que de la inversión.
Un ejemplo reciente podrían ser las empresas tecnológicas a finales de los 90. En aquella burbuja se pudieron obtener rentabilidades espectaculares durante la subida (y también durante la bajada utilizando posiciones cortas).
En una burbuja de este tipo se podrían diferenciar dos actitudes encontradas.
Por una lado están aquellos inversores que detectan la burbuja y no entran en ese mercado, permaneciendo en renta fija o invirtiendo en empresas de otros sectores que no se ven afectadas por la burbuja
Por otro lado están los inversores que deciden entrar en la burbuja, la mayoría de ellos de forma inconsciente. En estos casos, los que no saben que en el mercado se está produciendo una burbuja, las posibilidades de perder grandes cantidades de dinero son altísimas. Pero el caso que nos interesa para ilustrar este estilo de inversión (Momentum) son los inversores que sí saben que se están metiendo en una burbuja y lo hacen conscientemente buscando altísimas rentabilidades. Este grupo de inversores, muy reducido en comparación con el conjunto de inversores que forman la burbuja, tiene un trabajo extremadamente difícil para conseguir ganar dinero y retenerlo una vez que pase la burbuja. La gran dificultad está en saber salir a tiempo, antes de que estalle la burbuja y los beneficios que se habían obtenido desaparezcan.
El caso de las burbujas es un ejemplo extremo de este estilo de inversión. Este estilo de inversión no consiste solamente en invertir en burbujas pero es un caso bastante ilustrativo. Normalmente en el mercado siempre hay unas empresas o sectores que tendrán un mejor comportamiento que los demás en el futuro cercano, y eso es lo que intenta detectar esta forma de invertir. La dificultad no está sólo en detectar esos valores o sectores, que de por sí es algo muy difícil, sino también, como ya se ha comentado, en saber salir a tiempo y con rapidez, ya que en estas situaciones las ganacias potenciales pueden desaparecer con mucha rapidez.
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