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Errores sobre el dinero

Errores sobre el dinero; No hacer un presupuesto anual

Es muy importante que al finalizar cada año se haga un presupuesto con los gastos esperados para el año siguiente.
Los presupuestos no se cumplen en la realidad como se había previsto al diseñarlos, pero son una herramienta tremendamente útil.
En el presupuesto deben reflejarse tanto los gastos que se producen todos los meses como los que tienen una periodicidad anual, semestral, trimestral, etc. El seguro del coche, el IBI del piso, etc, no pueden ser una sorpresa.
Asimismo debe reservarse una cantidad para gastos imprevistos que surjan sobre la marcha, porque casi siempre suelen surgir. A principios de año no podemos saber los imprevistos que vamos a tener, pero sí sabemos que es altamente probable que tengamos algunos gastos con los que no contamos. La cantidad reservada para este tipo de gastos debe establecerse según la experiencia de años anteriores, y si al hacer el primer presupuesto no se tiene ninguna referencia porque nunca se ha llevado una contabilidad de estos gastos cualquier aproximación es mejor que no reservar nada para esta partida.
A lo largo del año el presupuesto debe seguirse para ir viendo las posibles desviaciones, tanto al alza como a la baja. Si se está gastando más de lo previsto el resto del año debe ahorrarse un poco más, y si los gastos están siendo menores de los que se esperaban se puede hacer algún gasto extra.
Una de las cosas más importantes que deben tenerse en cuenta al hacer el presupuesto es el dinero que se va a ahorrar todos los meses para destinarlo a invertir. Mucha gente ahorra el dinero que le sobra después de haber realizado todos los gastos, pero es mucho mejor hacerlo al revés; establecer primero el dinero que se va a ahorrar todos los meses (y transferirlo a la cuenta en la que esté el dinero ahorrado) y gastar el resto.
En este enlace encontrará una hoja excel diseñada para gestionar estos presupuestos anuales:
Hoja excel para la gestión de un presupuesto de gastos

Errores sobre el dinero; “Que Hacienda no me retenga de menos”

La retención que hace Hacienda en los sueldos (y en facturas, dividendos, fondos de inversión, etc.) no es más que un pago a cuenta de lo que finalmente habrá que pagar.
Lo más importante es la cantidad que finalmente hay que pagar a Hacienda, y que se establece al hacer la declaración del IRPF, porque esa es la cantidad que realmente el ciudadano entrega a Hacienda y ya no volverá a ver más.
Si la retención es superior a esa cantidad al hacer la declaración del IRPF Hacienda devolverá lo que ha cogido de más, y si es inferior el ciudadano tendrá que poner la diferencia hasta llegar a esa cifra.
La retención no afecta en absoluto a la cantidad que finalmente tendremos que pagar a Hacienda. Por muy alta o muy baja que sea la retención los impuestos que tendremos que pagar realmente serán exactamente los mismos.
Es muy importante tener claro esto porque mucha gente se alegra cuando Hacienda les devuelve parte de lo que les ha retenido y se enfada mucho cuando la retención ha sido inferior a la cifra de impuestos a pagar y tienen que entregar a Hacienda algo más de dinero al presentar la declaración del IRPF.
Financieramente esta actitud no tiene sentido, ya que las reacciones deberían ser las contrarias. Si Hacienda nos devuelve dinero es porque nos ha retenido de más, y eso supone que durante bastantes meses Hacienda ha tenido en su poder una parte de nuestro dinero sin necesidad, lo cual nos ha supuesto un coste de oportunidad al no poder invertir ese dinero durante ese tiempo en lo que nosostros queramos y perder la rentabilidad que nos habría producido durante ese tiempo.
Por tanto desde el punto de vista del ciudadano (y de la justicia y la objetividad) lo ideal sería que las retenciones no existieran y que hubiera que entregar todo el dinero de los impuestos de golpe en el último momento. Porque hasta que llegara ese último momento habríamos tenido el dinero en una cuenta remunerada (por ejemplo) y los intereses de ese dinero nos los quedaríamos nosotros y no Hacienda, como sucede actualmente.
No es ningún motivo de alegría que Hacienda nos retenga de más y después nos devuelva ese exceso de retención al cabo de muchos meses, cuando presentemos la declaración del IRPF.

Errores sobre el dinero; No llegar nunca a fin de mes

Esta frase sólo es cierta en un porcentaje pequeño de la gente que la pronuncia.
Es verdad que hay gente que tiene que mantener una familia y sus ingresos son tan ajustados que sólo ahorrando mucho y haciendo una gestión del dinero muy planificada consiguen terminar el mes sin deber nada a nadie.
Pero en muchos casos esta situación se da en personas que no hacen ninguna planificación financiera. Si ganasen el doble de dinero seguirían sin llegar a fin de mes porque encontrarían nuevos sitios donde gastar ese excedente. E incluso en muchos de estos casos si vieran su sueldo reducido también recortarían su gasto de forma inconsciente hasta cuadrar nuevamente ingresos y gastos. El caso es que suceda lo que suceda con sus ingresos nunca llegan a ahorrar nada.
El problema es simplemente psicológico y de planificación. Estas personas deben hacer un seguimiento de sus gastos para eliminar y reducir aquellos que en realidad no les aporten mucho en un sentido u otro.
Es muy importante retirar la cantidad de dinero destinada al ahorro en el momento en que se reciba el sueldo (o el ingreso equivalente, en su caso) haciendo una transferencia a una cuenta corriente (preferiblemente remunerada) destinada únicamente al ahorro. Se trata de gastar lo que sobre después de ahorrar y no ahorrar lo que sobre después de gastar. Es el concepto de “pagarse a uno mismo primero” que probablemente habrá oído varias veces al hablar de finanzas personales.
Lo ideal es determinar la cantidad que se puede ahorrar despues de haber analizado los gastos actuales y haber descartado los que no merece la pena mantener.
Pero si aún así hay personas que creen que no pueden reducir sus gastos lo mejor que pueden hacer es iniciar esa transferencia a la cuenta destinada al ahorro por una cantidad pequeña como 50 euros, incluso 25. Una vez hecho esto probablemente gastarán el resto del dinero que les quede, pero a final de mes no les faltarán esos 50 ó 25 euros que ahorraron al principio del mes. Esto es así porque en realidad sí podían recortar sus gastos, y al reducir la cantidad destinada al gasto con esa transferencia a principio de mes de forma inconsciente han reducido su gasto eliminando o reduciendo algún gasto totalmente prescindible, incluso aunque no sean capaces de determinar en qué se han dejado de gastar esos 25 ó 50 euros ahorrados. Una vez hecho esto ese ahorro mensual debe ir elevándose poco a poco hasta alcanzar una cifra importante.
Lo más curioso de esta situación es que la inmensa mayoría de la gente que pasa de “no llegar a fin de mes” a ahorrar una cantidad relativamente importante todos los meses una vez que empiezan a ahorrar tienen la sensación de que su nivel de vida presente no ha descendido ni lo más mínimo. Y no sólo eso, si no que el dinero que gastan lo disfrutan más (a pesar de ser una cantidad menor) y además tienen la satisfación de ver crecer sus ahorros mes a mes.
Esto puede parecer una paradoja pero no lo es. Lo importante del dinero no es gastar mucho o gastar poco, sino gastarlo bien o gastarlo mal. Se puede gastar menos dinero y disfrutarlo mucho más porque gastar el dinero sólo por gastarlo no sólo no produce más satisfación sino que suele producir insatisfación.

Errores sobre el dinero; No tener en cuenta los gastos de mantenimiento de los bienes que se compran

Algunos bienes, como coches, barcos, motos, apartamentos en la playa, etc. tienen unos gastos de mantenimiento muy importantes.
Es un error muy habitual en mucha gente no tener en cuenta los gastos de mantenimiento en su planificación y pensar sólo en el desembolso necesario para la compra.
Los gastos de mantenimiento son tan importantes o más que los de adquisición y deben estudiarse y planificarse antes de realizar la compra porque si no pueden suponer un problema importante poco tiempo después de realizar la adquisición.
Por ello estos bienes con unos costes de mantenimiento relevantes no deben comprarse con un ingreso extra sin asegurarse antes de que los ingresos esperados en el futuro serán suficientes para afrontar los gastos de mantenimiento de forma cómoda.
Si se tiene dinero, por las circunstancias que sean, para hacer la compra pero los gastos de manteniemiento van a suponer un lastre importantes debe aplazarse la compra, invertir ese dinero correctamente para aumentar el flujo de ingresos futuro y saber esperar hasta que llegue el momento en que se pueda comprar y mantener con comodidad ese bien. Es la forma de que ese bien produzca más satisfaciones que quebraderos de cabeza y se disfrute realmente.

Errores sobre el dinero; Asumir como fijos gastos que no lo son

Para llevar un buen control de los gastos es muy importante distinguir entre los gastos fijos y los que no lo son.
Los gastos fijos no se pueden eliminar. Como mucho y sólo en algunos casos se pueden reducir parcialmente.
Los gastos que no son fijos sí se pueden eliminar, bien sea por necesidad temporal de reducir el nivel de vida o porque objetivamente no producen un beneficio suficiente, del tipo que sea, como para seguir manteniéndolos.
Si se estima que el gasto que se esté analizando no produce una satisfación del que tipo que sea suficiente como para continuar con él debe suprimirse definitivamente.
En otros casos sí sería deseable continuar teniendo ese gasto pero las circunstancias aconsejan suspenderlo temporalmente hasta que la situación económica mejore.
Decidir si el gasto merece la pena o no es algo subjetivo y no se pueden dar reglas generales, pero sí es importante que todo el mundo tenga clara la diferencia entre un gasto fijo y uno que no lo es para que en situaciones de emergencia, por ejemplo, actúe en consecuencia y no agrave la situación por mantener unos gastos que podría recortar, de forma definitiva o sólo temporal.
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