Es que los ETFs no pretenden superar al mercado (comprando acciones baratas, por ejemplo) sino replicarlo. La eficacia en la gestión de un ETF radica, justamente, en que éste emule de la forma más exacta posible su índice de referencia.
El cómo lo consiguen es más complicado, pero básicamente existen dos metodologías:
Sea como fuere, con una metodología u otra, lo importante es que se busca emular el índice, no batirlo.
Por supuesto, a todos nos gustaría superar al mercado, pero como muchos, entre quienes me cuento, no nos creemos capaces de hacerlo, pues nos conformamos con ir a su paso o...
(Segunda parte de la historia)
... sacar algo más de rentabilidad apostando por:
-ETFs de índices basados en "value investing" (compañías con P/E o un P/S bajos u otras señales de "valor").
-Sobreponderando ETFs de índices regionales con PE10 bajos.
-Last, but not least: combinando diferentes ETFs en una cartera y rebalanceando cada cierto tiempo entre ellos. Básicamente, se trata de vender el índice que más ha ganado y comprar los que menos hayan ganado, o incluso los que hayan perdido. En el fondo, esto es un ejercicio de value investing: se vende lo que se ha encarecido (y por tanto ha consumido gran parte de su valor) y se compra lo que más se ha abaratado (y, por tanto, ha acumulado valor).
Por tanto, la gestión de un ETF es "mecánica" pero la gestión de una cartera de ETFs lo es mucho menos, y es aquí donde entra en juego la "creatividad" de cada cual. Bueno, también existen gestiones pasivas de cartera, claro.
Uff, perdón por el tocho que me ha salido.
El cómo lo consiguen es más complicado, pero básicamente existen dos metodologías:
Emulación física: comprando todos los ingredientesdel índice en la misma proporción.
Emulación sintética: emular la rentabilidad del índice sin necesidad de comprar sus componentes. Para ello emplean un mecanismo bastante complejo de intercambio de derivados con otras entidades financieras... en fin, una cosa bastante compleja que, la verdad, no entiendo. La ventaja de la metodología sintética es que se abaratan los costes de gestión.
Sea como fuere, con una metodología u otra, lo importante es que se busca emular el índice, no batirlo.
Por supuesto, a todos nos gustaría superar al mercado, pero como muchos, entre quienes me cuento, no nos creemos capaces de hacerlo, pues nos conformamos con ir a su paso o...
(Segunda parte de la historia)
... sacar algo más de rentabilidad apostando por:
-ETFs de índices basados en "value investing" (compañías con P/E o un P/S bajos u otras señales de "valor").
-Sobreponderando ETFs de índices regionales con PE10 bajos.
-Last, but not least: combinando diferentes ETFs en una cartera y rebalanceando cada cierto tiempo entre ellos. Básicamente, se trata de vender el índice que más ha ganado y comprar los que menos hayan ganado, o incluso los que hayan perdido. En el fondo, esto es un ejercicio de value investing: se vende lo que se ha encarecido (y por tanto ha consumido gran parte de su valor) y se compra lo que más se ha abaratado (y, por tanto, ha acumulado valor).
Por tanto, la gestión de un ETF es "mecánica" pero la gestión de una cartera de ETFs lo es mucho menos, y es aquí donde entra en juego la "creatividad" de cada cual. Bueno, también existen gestiones pasivas de cartera, claro.
Uff, perdón por el tocho que me ha salido.
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