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Artículos de Bolsa (Análisis de empresas)

El dividendo como examen para los directivos

Algunas teorías dicen que es indiferente que una empresa reparta dividendos o no. Si no reparten dividendo no saldrá dinero de la empresa y ese dinero que no sale de la empresa se utilizará en nuevos negocios.
Las empresas se enfrentan a una alternativa:
1) Entregar parte de sus beneficios cada año a sus accionistas.
2) Conservar todos los beneficios y reinvertirlos
Teóricamente si la empresa es capaz de obtener una rentabilidad superior reinvirtiendo los beneficios a la que obtendrían los accionistas con los dividendos que cobrasen sería preferible que la empresa no repartiera dividendos. En ese caso los accionistas obtendrían una rentabilidad superior en el largo plazo, que vendría únicamente de la revalorización de las acciones al no existir los dividendos. Según estas mismas teorías, en promedio, las empresas obtienen una rentabilidad superior reinvirtiendo los beneficios de la que obtienen la mayoría de sus accionistas invirtiendo esos dividendos y por tanto sería preferible, por la mayor rentabilidad para los accionistas, que las empresas no repartieran dividendos.
Pero si se miran los datos históricos el hecho es que, salvo excepciones, las empresas más rentables a largo plazo para sus accionistas son las que mayores dividendos reparten.
Este aparente contrasentido se debe, en mi opinión, a que una empresa que no reparte dividendo es como un estudiantes que no tiene exámenes. En teoría un estudiante que no tiene exámenes aprenderá más porque el tiempo que perdería en desplazarse hasta el examen, realizar el examen, consultar las notas, etc. lo podría dedicar a aprender cosas nuevas. Pero, ¿quién va a estudiar si sabe que no tiene exámenes?.
Si una empresa se compromete a repartir dividendos de forma regular y creciente sus directivos saben que cada 3 ó 6 meses tienen que entregar parte de los beneficios a sus accionistas, y que esa cantidad debe aumentar un año tras otro a un ritmo superior a la inflación. Eso supone que su visión es más realista y están enfocados a encontrar negocios rentables para aprobar el “examen” que supone el dividendo de forma periódica. Es más improbable que se metan en negocios poco rentables y estarán buscando constantemente formas de aumentar ese dividendo.
Si se suprime el dividendo se corre el riesgo de que los directivos se “duerman en los laureles”. No quiere decirse que lo hagan con mala intención, pero si no tienen que entregar parte de los beneficios a los accionistas en una fecha predeterminada aumentan las probabilidades de los plazos se alarguen, inicien negocios poco rentables solamente por estar metidos en una dinámica de reinvertir todo el beneficio sin pensar en si realmente están aumentando la rentabilidad, etc.
Por todo ello creo que las empresas que reparten dividendos a sus accionistas de forma regular sacan, como conjunto, una mayor rentabilidad a sus negocios y son mucho más rentables a largo plazo para sus accionistas. Existen excepciones a esta afirmación, pero son eso; excepciones.

La Carta Anual del Presidente, una forma sencilla y útil de seguir la empresa

Los presidentes de las empresas suelen incluir una carta en la memoria anual que es bastante útil para que cualquier inversor pueda seguir la marcha de la empresa.
Suele tener una extensión de 2 ó 3 páginas y está escrita en un lenguaje muy sencillo que puede ser ententido por cualquier accionista. No se incluyen fórmulas matemáticas ni conceptos complicados. Generalmente en esta carta el presidente muestra un resúmen de cómo ha sido la marcha del negocio de la empresa en el último año, aquel al que se refiere la memoria, y una previsión para el año o años siguientes.
También suelen explicar si la empresa se enfrenta a alguna dificultad especial en el futuro, si se espera algún acontencimiento importante que impulse los beneficios, etc.
Todos los inversores de largo plazo deberían leer estas cartas del presidente de aquellas empresas que tengan en cartera y tambien de aquellas otras en las que tengan pensado invertir en el futuro. Son documentos muy cortos y fáciles de leer que dan una buena visión de la situación actual de la empresa y de sus perspectivas de futuro. Podríamos decir que leer estas cartas es lo mínimo que debe hacer un accionista de largo plazo para saber dónde tiene metido su dinero. Se tarda muy poco tiempo en hacerlo y tienen bastante información concentrada. Una memoria anual típica suele tener, aproximadamente, la siguiente estructura:
  1. La Carta del Presidente ya mencionada

  2. El Informe de Gestión es una descripción de la actividad de la empresa en el último año. Más o menos consiste en un comentario largo sobre el balance y la cuenta de resultados escrito en un lenguaje asequible para aquellos que no tengan conocimientos de contabilidad. Es asequible para cualquier accionista, aunque es bastante más largo que la Carta del Presidente. Suele incluir algún concepto técnico pero está pensada para que la puedan entender todos los accionistas de la empresa. Leyendo este informe se consigue un buen conocimiento de la empresa y su actividad.

  3. El balance y la cuenta de resultados propiamente dichos. Son documentos muy técnicos y para entenderlos y sacarles algún provecho es necesario tener buenos conocimientos de contabilidad.
Si además de la Carta del Presidente lee el Informe de Gestión tendrá un mejor conocimiento de su inversión. Lo ideal es saber interpretar los balances y cuentas de resultados directamente pero eso requiere bastante tiempo y conocimientos, y tampoco es imprescindible para ser un buen inversor.
La memoria anual se edita una vez al año, generalmente entre los meses de Abril y Junio, y está disponible en la web de las empresas de forma totalmente gratuita.

Resultados empresariales - ¿Qué son los tipos de cambio constantes?

El concepto “tipos de cambio constantes” es utilizado por empresas que tienen negocios en distintas divisas a la hora de presentar sus resultados. Es muy útil para dar claridad a las cifras que presenta la empresa, ya que cuando una empresa tiene negocios en distintas divisas sus resultados no sólo se ven afectados por la la marcha de sus negocios, sino también por la evolución de dichas divisas.
Por ejemplo, si una empresa tiene su sede en Europa y presenta sus resultados en euros pero tiene algunos negocios en Estados Unidos las variaciones del cambio entre el euro y el dólar afectan a sus resultados en euros.
Supongamos una empresa europea que tiene negocios en Brasil:
  • Año 1: Gana 10 MM de euros con sus negocios en Europa y 20 MM de reales brasileños con sus negocios en Brasil. 1 euro equivale a 10 reales brasileños.

  • Año 2: Gana 11 MM de euros con sus negocios en Europa y 24 MM de reales brasileños con sus negocios en Brasil. 1 euro equivale a 15 reales brasileños.
En el primer año la empresa gana un total de 12 MM de euros; 10 MM de euros en Europa y 2 MM de euros en Brasil (20 MM reales brasileños / 10 = 2 MM de euros).
El segundo año la empresa gana 12,6 MM de euros; 11 MM de euros en Europa y 1,6 MM de euros en Brasil (24 MM reales brasileños / 15 = 1,6 MM de euros).
Al presentar los resultados el beneficio de la empresa (en euros) aumenta un 5%, al pasar de 12 MM de euros a 12,6 MM de euros. Este es el beneficio real, el beneficio neto con el que se calcula el beneficio por acción (BPA) y se reparten los dividendos correspondientes.
Pero es importante analizar los resultados de la empresa con un poco más de profundidad y ver que el negocio de la empresa ha crecido un 10% en Europa (ha pasado de ganar 10 MM de euros a ganar 11 MM de euros) y un 20% en Brasil (ha pasado de ganar 20 MM de reales a ganar 24 MM de reales). Es decir, los negocios de la empresa han crecido más de lo que indica ese 5% de crecimiento del beneficio neto en euros, pero el real brasileño se ha devaluado frente al euro y por eso las ganancias obtenidas en Brasil han descendido al pasarlas a euros. El negocio de la empresa en Brasil marcha bien, pero las cifras en euros dan la sensación contraria.
La empresa puede dar los resultados en reales brasileños y mostrar que ha pasado de ganar 20 MM de reales a ganar 24 MM de reales, con lo que los accionistas ven que el negocio en Brasil ha crecido un 20%. Pero esto tiene el problema de la falta de claridad, ya que para ver qué porcentaje del total de la empresa representa el negocio en Brasil habría que consultar el cambio real brasileño / euro y hacer los cálculos que hemos visto antes. Es decir, a primera vista la inmensa mayoría de la gente no sabe calcular de cabeza si 24 MM de reales brasileños son mucho o poco en comparación con los 11 MM de euros que ha ganado la empresa en Europa, y al analizar una empresa no es lo mismo que tenga un 90% de su negocio en Europa y un 10% en Brasil que un 50% en Europa y un 50% en Brasil, etc.
Por eso se utiliza el concepto “tipos de cambio constantes”, que de forma coloquial se podría traducir como “si este año las divisas se cambiaran igual que el año pasado”. En el ejemplo que nos ocupa la empresa podría comunicar que sus resultados en Brasil han pasado de 2 MM de euros a 1,6 MM de euros pero que a tipos de cambio constantes el beneficio se ha incrementado un 20%. Es decir, el primer año ganó 2 MM de euros y si el segundo año el real brasileño y el euro siguieran manteniendo su relación de 1 euro = 10 reales brasileños el segundo año la empresa habría ganado 2,4 MM de euros, un 20% más. La ventaja de presentar las cifras de esta forma es que de forma inmediata se ve que el negocio en Brasil representa aproximadamente el 10%-15% (concretamente el 12,7%, si se coge una calculadora) del total de la empresa (1,6 MM de euros de un total de 12,6 MM de euros) a la vez que se ve que el negocio en Brasil ha tenido un crecimiento del 20% en su moneda local. De esta forma la persona que lee el informe no necesita consultar la cotización del real brasileño para conocer el tamaño del negocio en Brasil en relación al tamaño total de la empresa. En casos en que la empresa tiene negocios en varias divisas distintas (dólares, libras, reales brasileños, pesos mejicanos, pesos argentinos, pesos colombianos, etc.) utilizar el concepto de tipos de cambio constantes facilita aún más las cosas a la persona que lee el informe.
En ocasiones se utiliza la expresión “en moneda local”, que representa el mismo concepto. En el ejemplo anterior se podría expresar lo mismo diciendo “el resultado de los negocios en Brasil ha aumentado un 20% en moneda local”. En este caso la moneda local es el real brasileño.
Los cambio de las divisas unas veces perjudican a los resultados en la moneda principal de la empresa (el euro en este ejemplo) y otras les benefician.
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